Cómo resolver un jardín pequeño

Sugerencias para ofrecerles a los clientes al momento de brindar opciones de plantas para espacios reducidos. Características de los ejemplares, colores y texturas, elementos decorativos.

Uno de los grandes desafíos que presenta el diseño de un jardín pequeño es evitar que lo proyectado en él lo haga parecer aún más chico. Los diseñadores coinciden en que, posiblemente, planificar un espacio verde, de reducido tamaño, sea un reto que, en varios aspectos, es más difícil que hacerlo en dimensiones más amplias.

En principio, se recomienda que cada sector tenga las proporciones adecuadas para que  puedan desarrollarse en él las actividades correspondientes. Por ejemplo, se calcula que un camino debe tener, como mínimo, un ancho libre (no invadido por plantas) de 0,60 cm (no menor),  a fin de que pueda ser transitado con comodidad por una persona.

El segundo consejo es colocar plantas que se vean bien todo el año o, en su defecto, gran parte del tiempo. Dentro de esta lista, considerando ejemplares de porte pequeño y mediano, podemos mencionar al boj (Buxus  sempervirens), ubicado en pequeños setos o macetas; el jazmín estrellita (Gardenia  augusta var. ´Radicans´), dado que aporta un agradable aroma; el pasto inglés (Ophiopogon  japonicus), empleado como cubresuelo o bordura;  los bulbines (Bulbine  caulescens), para atraer picaflores; los hemerocalis perennes (Hemerocallis  sp.), con el propósito de que aporten diversidad de colores -también se consiguen variedades de diferentes alturas-. A su vez, se proponen, como opción, algunas “plantas de interior”, ya que muchas veces, al tratarse de un jardín pequeño, estos espacios poseen el reparo suficiente para el buen desarrollo de ellas. Es importante tener en cuenta que las plantas deberán ser seleccionadas, además, considerando las características del lugar (por ejemplo, los tipos de clima y el suelo).

Por su parte, las enredaderas, sobre todo las adherentes, ayudan en el diseño y ocupan poco espacio. Asimismo, cuando se coloque algún árbol, que por supuesto se elegirá uno de porte pequeño, conviene que sea de hojas caducas para que permita pasar el sol en otoño-invierno.

Hay que recordar, a la vez, que los colores de las plantas son aliados importantes: usar pocos y preferentemente que no sean fuertes (en el caso de emplearlos, que las flores sean pequeñas). Se aconseja evitar los tonos estridentes,  ya que darían la sensación de que el jardín es más pequeño todavía. Entonces, son preferibles las hojas de un solo color, porque brindarán la sensación de mayor amplitud.

Una vez que tengamos resuelto este aspecto, es conveniente procurar que los colores del jardín sean una continuidad de los tonos internos del hogar, en miras de que el concepto final muestre la unidad entre el interior y el exterior. Como dijimos, relacionado con esta idea, estará el tamaño de las hojas y las flores: flores y hojas pequeñas darán la sensación de que el espacio es aún más grande.

Cuando el jardín no permita muchas opciones de plantas (sea pequeño y con poca luz, por ejemplo), siempre se podrá recurrir a los elementos decorativos como son las macetas, ya sea colocando una planta de hojas siempre verdes y sin flores llamativas en uno de estos contenedores que posea un llamativo color, o prefiriendo pintar la pared que actúa como respaldo del jardín antes de cubrirla con una planta.

Son algunas sugerencias fáciles de llevar a la práctica y que marcarán un agradable cambio al diseño.