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Para hacer un bosque bonsái, además de las plantas, se requiere tener un recipiente poco profundo -puede ser una maceta o una laja de piedra- y, aunque el sustrato que se utiliza para una plantación en grupo es el mismo que necesita un árbol individual, además, es imprescindible preparar una mezcla de turba arcilla para fijar los arbolitos en su lugar y modelar la superficie.

Mezcle en seco tres partes de arcilla en polvo (arcilla de alfarero) con cuatro partes de turba tamizada, vaya agregando agua y amase hasta lograr una mezcla blanda, pero tenaz, que no se pegue a las manos. Es conveniente preparar la masa un par de días antes de utilizar para que resulte más plástica -déjela tapada con una bolsa de polietileno para que no se seque-.

Antes de decidir la ubicación de los árboles, divida el contenedor en cuatro cuadrantes asimétricos, esto le facilitará la tarea en el momento de plantar los árboles. Pero recuerde que si trabaja pensando en las reglas establecidas, se sentirá atado a las mismas; por lo tanto, deje que sus manos se muevan de acuerdo con el ritmo que les marca su espíritu. La misión del artista no es copiar la naturaleza, sino recrearla.

Los árboles y la perspectiva

La cantidad de ejemplares que forma un bosque debe ser impar, en parte, esto se debe a la tradición, pero además, con números nones, resulta más fácil conseguir un equilibrio asimétrico. Para que un grupo de árboles pueda considerarse un bosque, debe reunir, por lo menos, siete ejemplares. El número de árboles debe ser múltiplo de tres, y, preferentemente, un número primo.

En lo que concierne al lugar que ocupará cada árbol, debe recordarse que lo importante no es su ubicación individual, sino la relación con los demás ejemplares. Es importante disponerlos en grupos y en subgrupos de por lo menos dos árboles. El espacio libre entre los grupos y subgrupos es fundamental en el diseño de un bosque, pues los claros permiten equilibrar visualmente la escala.

Todos los troncos deben ser visibles, cualquiera sea el ángulo desde donde se los mire; la distancia entre los mismos deberá ser irregular. Si con una línea virtual uniéramos tres árboles, deberían formar un triángulo no equilátero, cualquiera sea la ubicación de los mismos.

La disposición de los árboles, de acuerdo con su tamaño, depende del efecto visual que se quiere lograr. Si lo que interesa es crear un efecto de lejanía, los árboles más importantes se ubicarán en primer plano, y el resto en forma decreciente hacia el borde posterior del contenedor.

La profundidad se acentúa por el espacio libre entre los árboles, los grupos y los subgrupos.
En cambio, si lo que interesa es lograr una visión cercana, los árboles más pequeños se ubicarán en primer plano, o bien, se utilizarán árboles muy altos y delgados, muy cerca unos de otros.

En un bosque bonsái, la línea del horizonte es el borde posterior del contenedor. Esto reviste gran importancia a la hora de elegir el soporte para el bosque: si se quiere lograr gran profundidad, el recipiente tiene que ser ancho; en cambio, si interesa una superficie de terreno comprimido, se impone el uso de una maceta angosta.

• Punto focal

El punto focal es el elemento más importante en el diseño de un bosque de bonsái. Algunos tienen un solo punto focal dominante; otros, varios grupos pequeños; cada uno, con un punto focal de menor importancia.

El punto focal siempre es el árbol más alto del  grupo, también el de mayor diámetro. Con el fin de enfatizar este punto, habitualmente está algo elevado en relación con los demás árboles del grupo. En un bosque de este tipo, ocasionalmente, un árbol puede tener una forma diferente, que no esté  en armonía con los demás. En este caso, ese árbol se convierte en el punto focal, por ser el único diferente.

Si lo que interesa es crear un punto focal fuerte, esto puede lograrse agrupando árboles  alrededor del ejemplar más alto, y deben emplazarse lo más cerca posible de aquel. Este es un recurso al que puede apelarse cuando se dispone de un ejemplar lo suficientemente importante como para constituirse en el punto focal.

Si el punto focal está ubicado a la derecha, el movimiento visual es de izquierda a derecha y viceversa. Esto reviste una importancia particular a la hora de ubicar los ejemplares de menor tamaño.

El punto dominante de un bosque se encuentra en el lado donde la cantidad de troncos es mayor. Cuando el punto focal está ubicado en el lado dominante, el bosque  tiene unidad con el movimiento visual de la composición.

La dirección también puede crearse ubicando la mayor cantidad de árboles a la izquierda o a la derecha del recipiente, dejando libre el lado opuesto.

• Silueta

La línea exterior de un bosque es importante, pues muestra el carácter del mismo. Una silueta con curvas suaves resulta graciosa cuando, después de alcanzar el punto más alto, desciende hasta completar el diseño triangular. En cambio, las líneas rígidas dan una  sensación estática. El punto terminal de la línea que enmarca la silueta luce mejor cuando está creado en función del árbol más importante.

La línea inferior de la silueta ayuda a percibir la profundidad de la perspectiva. Cuando esta línea es recta o muy plana, no configura una silueta muy interesante, en cambio, cuando es una línea despareja, con movimiento, aumenta la sensación de perspectiva a la vez que el bosque resulta más grato a la vista.

• Efecto de cercanía y lejanía

Un buen manejo de la perspectiva permite ubicar los árboles de manera tal, que el aspecto estético resulte impactante. Cuando los árboles de tronco más grueso se emplazan en la mitad frontal del recipiente, se logra un bosque con una mayor sensación de cercanía.

Para crear un aspecto de lejanía, los árboles más importantes se ubican cerca de la segunda mitad del recipiente. Con los árboles más pequeños emplazados casi en el borde posterior del contenedor, se logra una buena sensación de profundidad. La sensación de distancia puede acentuarse ubicando un pequeño grupo de arbolitos separado del grupo principal y, además, dispuestos en la parte posterior del recipiente. Este grupito es, por sí mismo, un pequeño punto focal.

• Espacio negativo

El espacio negativo o espacio libre es la parte del sector del contenedor que se usa para crear efectos de distancia. Es importante que los espacios no sean simétricos. Un grupo de árboles ligeramente desplazado del centro, con espacios libres y desiguales a ambos lados, da como resultado una composición simétricamente balanceada.

Texto: Marita Gurruchaga
Fotos: Sergio Luciani