En Jujuy, apoyo al sector florícola

La secretaria de la Producción de la Provincia de Jujuy, Patricia Ríos, explica la situación del sector y habla sobre la ayuda brindada a los productores de flores de corte y plantas ornamentales. Por Pedro Alvarado*

Este año fue muy difícil para los jujeños; la pandemia del Covid-19 afectó económicamente a los sectores que no fueron declarados como esenciales, y el florícola fue uno de ellos. Esto hizo necesaria la intervención del Gobierno provincial a través de distintas iniciativas de apoyo.

Al hablar de esta crisis, podemos destacar dos grandes ejes, íntimamente relacionados entre sí. En primer lugar, las restricciones para la distribución de la mercadería como consecuencia de las disposiciones  implementadas para controlar la pandemia (aislamiento obligatorio) afectaron, directamente, la comercialización y mermaron, de manera considerable, los volúmenes de ventas.  En segundo lugar,  puede mencionarse la incertidumbre respecto al tiempo que habría de durar la cuarentena. Dicha situación acarreó una disminución de la superficie cultivada de este producto no esencial, comenzó explicando la Dra. Patricia Ríos, secretaria de Desarrollo Productivo de la Provincia de Jujuy.

¿Cómo se relacionan estos dos aspectos de la crisis?

Respecto a la incertidumbre, era imposible saber, a ciencia cierta, la duración de la pandemia. En general, la reacción natural de los productores fue reemplazar la superficie destinada a la floricultura con cultivos hortícolas, declarados esenciales, que presentaban un horizonte de planificación más claro y promisorio.

La decisión asumida por los productores obligó, en cierta medida, a encontrar formas de apoyo para el sector que permitieran contener dicha migración hacia la horticultura. En ese momento, entendimos que la ayuda debía enfocarse en solucionar los problemas de comercialización.

¿Qué medidas se implementaron para sostener al sector florícola?

La existencia del Plan Florícola Provincial, que se viene implementando desde 2017, nos permitió reaccionar con relativa rapidez ante los eventos excepcionales vividos este año. El Plan nos brindó solidez y el conocimiento de la realidad de nuestros productores en estos últimos años.

Las acciones implementadas  pueden ser resumidas en un relevamiento de las pérdidas de cultivos y en la creación del Punto de Venta Seguro (en Pampa Blanca), para el ingreso de compradores de otras provincias, durante junio y julio.

La experiencia del punto seguro fue exitosa en tal medida que un grupo de productores del Valle la replicó, por iniciativa propia, en su zona de producción. Eso demuestra el grado de apropiación por parte de ellos de la solución propuesta inicialmente por el Gobierno. (Al momento de realizar esta entrevista, los productores estaban organizándose para repetir la experiencia para el Día de los Fieles Difuntos).

Por otro lado, a partir del relevamiento realizado en la Quebrada y en los Valles Templados, el Gobierno provincial, a través de su Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, diseñó políticas públicas en el marco de la pandemia,  que fueron ejecutadas por la Dirección Provincial de Desarrollo Agrícola y Forestal: los floricultores fueron beneficiarios de un aporte (en dinero) no reembolsable, con el objeto de mitigar las pérdidas causadas por no poder comercializar su producción. Así, desde este Ministerio, se destinaron tres millones de pesos con el objetivo de que los productores comenzaran una nueva etapa productiva. Fueron beneficiados, aproximadamente, noventa productores de toda la provincia.

Este acompañamiento permitió recuperar parte de las pérdidas sufridas, afrontar los gastos y retomar las tareas de la producción que estaba en el campo y que correspondían a las cosechas planificadas para el Día de la Madre y el Día  de todos los Santos.

 

* Ing. Agr. Pedro A. Alvarado (AER INTA Perico).