Qué pasa con el HLB en la Argentina

Juan Manuel Alonso, coordinador del Programa Nacional de Sanidad de Material de Propagación, Micropropagación y/o Multiplicación Vegetal de la Dirección de Información Estratégica del SENASA, nos participa al respecto.

El Huanglongbing (HLB) es reconocida mundialmente como la enfermedad más importante que afecta la producción de frutales cítricos, ya que causa la muerte de las plantas y hasta el momento no tiene cura, nos dice Juan Manuel Alonso, coordinador del Programa Nacional de Sanidad de Material de Propagación, Micropropagación y/o Multiplicación Vegetal de la Dirección de Información Estratégica del SENASA.

La misma es causada por una bacteria y transmitida naturalmente a través de un insecto vector (Diaphorina citri) o mediante la utilización de material de propagación infectado (yemas, plantas, etc.). Si bien el HLB no daña la salud humana, las pérdidas asociadas a dicha enfermedad pueden comprometer seriamente la actividad citrícola, base de muchas economías regionales.

Cuéntanos sobre el Programa Nacional de Prevención del HLB.

El Programa Nacional de Prevención del HLB (Ley 26.888) fue creado en 2010 y es ejecutado y coordinado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

En dicho marco, se han realizado más de 490.000 monitoreos en plantaciones comerciales, zonas urbanas o rurales, y viveros; se han tomado más de 62.000 muestras para diagnóstico en laboratorio -según datos proporcionados por el Programa Nacional de Prevención del HLB-.

¿Cuándo se descubrió por primera vez en la Argentina? ¿Hay focos activos?

El HLB fue detectado por primera vez en nuestro país en 2012, en la provincia de Misiones. Actualmente, se registran focos activos en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Formosa. En total, se han localizado y erradicado mil trescientas sesenta y cuatro plantas portadoras de la enfermedad.

¿Cómo se la combate?

La prevención y el manejo del HLB se basa en los siguientes pilares: monitoreo permanente y erradicación de las plantas enfermas, control del insecto vector y utilización de material de propagación sano. Este último aspecto resulta clave, por lo que el SENASA implementa medidas de vigilancia sobre viveros: la instalación de más de ochenta trampas oficiales para el monitoreo del insecto vector, la fiscalización de trampas requeridas en todos los viveros productores de plantas cítricas y el monitoreo visual que acumula más de dos mil setecientos sitios visitados.

• Reglamentación

Para asegurar la calidad y la sanidad de los materiales de propagación, los viveros productores deben cumplir con el esquema de certificación de plantas cítricas establecido por la Res. EX. SAGPyA 149/98, para lo que deben estar registrados en el SENASA y en el INASE. Además -continúa Alonso-, en la Argentina, la producción se debe realizar bajo cubierta, en invernáculos diseñados para mitigar el efecto del insecto vector, y así evitar el contagio de plantas (Res. SENASA 930/2009). Esta certificación también considera otras plagas de importancia económica para el cultivo, que son denominadas plagas no cuarentenarias reglamentadas.

En este momento, en la Argentina hay registrados trescientos sesenta y dos viveros productores de plantas cítricas que cumplen con el esquema de certificación y los requisitos de producción bajo cubierta. Además, se regula el movimiento de plantas cítricas en todo el territorio nacional, estableciendo, en algunos casos, medidas de resguardo con el objetivo de garantizar su traslado fitosanitariamente seguro.

Más información: Programa Nacional de Prevención del HLB