Verano: manejo de cactus y suculentas no cactáceas

Sugerencias para el desarrollo exitoso de estas plantas durante los meses más cálidos del año. Ejemplos con géneros para saber cuál es la mejor decisión de cuidado. Por Pablo Ramírez*

La primavera y el verano son las estaciones más adecuadas para trabajar con suculentas cactáceas y no cactáceas. Es el momento ideal para propagar, trasplantar y renovar el sustrato en los casos en los que sea necesario.

En primer lugar, es bueno recordar que poseer conocimientos sobre el hábitat de donde es originaria cada especie nos brinda la posibilidad de agruparlas y realizar un manejo específico en las distintas épocas del año.

Cactus

Recordemos que, en general, requieren exposición soleada (salvo excepciones, como el género Frailea, que posee plantas que suelen crecer en grietas o bajo el reparo de pastizales o arbustos). En verano, debemos tener la precaución de ubicarlos al sol gradualmente para evitar quemaduras.

También es conveniente girar periódicamente los cactus que estén muy cercanos a una pared. Esto último permite que todo el cuerpo de la planta reciba una buena cantidad de luz y evita que esta se incline o aparezcan plagas en la zona sombreada.

El riego se realiza desde fines de septiembre y se debe mantener una regularidad (aproximadamente una vez por semana, dependiendo de las condiciones de cultivo) hasta comienzos del otoño, momento en el que se suspende por completo.

La mayoría de los cactus pueden estar a la intemperie en esta época, salvo algunos géneros que requieren reparo de las lluvias del verano, como Ariocarpus, Espostoa, Lophophora, Oreocereus, Pyrrhocactus, Turbinicarpus.

Es conveniente revisar los espacios intercostales para detectar la posible presencia de cochinillas. Algunos géneros, como el Lobivia, son propensos al ataque de arañuela en veranos muy secos. En estos casos, hay que realizar pulverizaciones periódicas con agua.

• Cactus epífitos

Algunos géneros de cactus epífitos son los siguientes: Aporocactus, Hylocereus, Rhipsalis, Epiphyllum. Estas plantas requieren riegos abundantes (es muy importante que el sustrato sea poroso) y media sombra, o sol de mañana en verano. También favorece a este grupo de plantas la pulverización con agua en días muy calurosos.

Suculentas no cactáceas

Los géneros Echeveria, Graptopetalum, Kalanchoe, Sedum, Portulaca, Senecio y muchas Aizoáceas (Faucaria, Delosperma, Aptenia, Oscularia) se deben cultivar a pleno sol todo el año; mientras que otros, como Gasteria, Haworthia, Sansevieria y algunas especies del género Euphorbia, deberán protegerse con media sombra en verano o, en su caso, emplazarlos en un sector más reparado.

Como parámetro general, el riego en verano es de hasta dos veces por semana; esto depende de la especie y las condiciones de cultivo.

Es un buen momento para renovar arreglos de suculentas no cactáceas envejecidos o desproporcionados mediante los distintos métodos de propagación (división de mata, esquejes de hoja y tallo, decapitación).

Muchas especies florecen en esta época; por lo tanto, es importante el monitoreo y control de plagas, sobre todo, de pulgones.

Un problema para las suculentas cultivadas en canteros suelen ser los moluscos. Precisamente, para esto se aconseja el control manual o el uso de trampas. Kalanchoe laetivirens es una especie muy utilizada como trampa para babosas y caracoles, por la cual tendrán preferencia.

• Aeonium, Crassula y Sempervivum

Estos géneros poseen plantas de ciclo otoño-invierno-primavera. Muchas de las especies pertenecientes a los mismos desmejoran su aspecto en los meses de calor o detienen su crecimiento. Los riegos en esta época deben ser más prudentes y se debe brindar protección ante el sol fuerte.

 

* Técnico en Jardinería Pablo Ramírez. Docente de la Cátedra de Jardinería. Tecnicatura en Jardinería FAUBA. Subsede Devoto y Delegación Escobar.