Un trabajo del INTA propone el empleo de la bacteria Azospirillum brasilense y el compuesto brasinoesteroide BB16 para reducir el impacto de la salinidad del ambiente en las plantas. Por Ramiro Furio*
La salinidad es uno de los factores ambientales más perjudiciales para las plantas y puede limitar fuertemente la productividad y la calidad de los cultivos. Muchas especies de floricultura son sensibles a la acumulación de sal en la zona radicular, especialmente, al cloruro de sodio.
En esta investigación**, al someter a las plantas de petunia a un riego con solución salina, se puede apreciar una marcada reducción del tamaño, tanto de la parte aérea como de la zona radicular. Por lo tanto, es necesario estudiar otras alternativas de manejo que permitan aumentar la tolerancia a la salinidad para minimizar el daño ocasionado por dicho estrés.
Azospirillum brasilense y el brasinoesteroide BB16
Por estos motivos, en el INTA se estudió el efecto de una cepa local de Azospirillum brasilense y del brasinoesteroide BB16, sobre el crecimiento y el desarrollo floral de plantas de petunia bajo condiciones de salinidad creciente.
La tendencia actual marca una reducción de la cantidad de fertilizantes químicos y pesticidas aplicados, y el uso de microorganismos benéficos, como las bacterias promotoras del crecimiento vegetal, es una de las alternativas posibles. Representan diferentes géneros bacterianos, que colonizan la zona radicular y otros tejidos de la planta, y son capaces de estimular su crecimiento. A nivel mundial, una de las bacterias más estudiadas es Azospirillum brasilense.
Por su parte, los brasinoesteroides son compuestos de naturaleza esteroidal esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Estos fueron descubiertos en la década de los 70, cuando pudo observarse una marcada actividad estimulante del crecimiento vegetal de un extracto obtenido a partir de granos de polen. Años más tarde, se logró purificar, de los granos de polen, un compuesto denominado “brasinólida”. Esta brasinólida y los demás compuestos estructuralmente relacionados que se fueron descubriendo se llamaron brasinosteroides.
Los brasinosteroides generaron un gran interés en la agricultura gracias a sus efectos como estimuladores del crecimiento, lo que hizo posible que se introdujeran algunos análogos, obtenidos por vía sintética, que resultaron más económicos y presentaron efectos más prolongados en condiciones de campo. Uno de estos análogos es BB16.
Para realizar el estudio, las plantas fueron inoculadas con la bacteria o tratadas por aspersión con BB16, y luego sometidas a estrés salino durante 40 días, mediante riego con soluciones a concentraciones crecientes de sal. Las plantas control fueron regadas con las mismas soluciones salinas, pero no fueron inoculadas con Azospirillum brasilense ni tratadas con BB16.
Las plantas inoculadas con Azospirillum brasilense exhibieron mayor peso seco y superficie de raíz y, además, mayor diámetro de flor con respecto a las plantas control. Por su parte, al estudiar el efecto de BB16, fue posible comprobar una mayor longitud radicular y un mayor diámetro y número de flores, con respecto a los controles.
El marcado efecto protector de Azospirillum brasilense y BB16, en plantas de petunia expuestas a estrés salino, permitiría atenuar los efectos perjudiciales minimizando las pérdidas de productividad y calidad que este estrés ocasiona en el cultivo.
* Dr. Ramiro Furio (EEA Famaillá del INTA).
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Tolerancia al estrés salino en plantas de petunia inducidas mediante la inoculación con Azospirillum brasilense y la aplicación de brasinoesteroides. Autores: Ramiro Nicolás Furio (INTA), Norma Nelly Medrano (INTA), Lucía Mercedes Toffoli (INTA), Yamilet Coll (Universidad La Habana -Cuba-), Juan Calos Díaz Ricci (INSIBIO, CONICET, UNT) y Sergio Miguel Salazar (INTA, UNT).
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