Diseñar un jardín seductor para estas aves puede ser un gran desafío. Te contamos cuáles son las plantas que prefieren, además de la información adicional para compartir con los amantes de los pájaros.
Disfrutar de un sitio natural pleno de simpáticos pajaritos puede resultar más sencillo de lo que pensamos. Solo necesitamos saber cuáles son sus plantas preferidas y recordar que las aves llegan a los espacios verdes, básicamente, en busca de alimento y refugio.
Recordemos que “pájaro” no es sinónimo de “ave”: aquel es solo uno de los grupos de esta, pero sí, los pájaros integran el grupo más diverso de las aves. El éxito de estos estaría dado por su “inteligencia”, su canto, la diversidad de nidos y la capacidad de adaptarse a ambientes variados.
Todos comparten la característica de poseer en sus patas tres dedos hacia delante y uno hacia atrás, y un tendón en la parte trasera de la pata, que hace que los dedos se contraigan automáticamente cuando esta se dobla. Por esta razón, los pájaros pueden dormir agarrados a una rama, sin riesgo de caerse.
¿Qué plantas prefieren? Los ejemplares que ofrecen abundantes semillas desnudas, por ejemplo, las gramíneas atraen aves granívoras, como jilgueros, mistos y cabecitas negras -generalmente, muy buenos cantores-. Mientras que las plantas que ofrecen bayas de, aproximadamente, un centímetro de diámetro, tientan a las aves frugívoras (sietecolores, zorzales y celestinos), que se alimentarán de las mismas y dispersarán luego las semillas de estas. Por otro lado, las flores tubulares, el caso de las salvias, los ceibos y varias enredaderas, en general, ofrecen abundante néctar a los picaflores
-únicas aves que pueden volar hacia atrás-.
Finalmente, resulta interesante tener presente que las aves son los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la gran extinción. Surgieron durante el período Jurásico a partir de un ancestro común: un dinosaurio terópodo. Dentro de los Terópodos, se encuentran, desde los dinosaurios más antiguos y pequeños, como el Eoraptor, que vivió hace 228 millones de años en el actual Valle de la Luna (San Juan), hasta el gigantesco Tiranosaurio, que se extinguió hace 65 millones de años en América del Norte.
Agradecemos el asesoramente técnico de Aves Argentinas y del Museo de La Plata.