Octubre 2018

ISSN 2346-9323
CIENCIA & ARTE | ECONOMÍA & VIVEROS

Alelíes para diversificar la oferta de flores de corte

Cultivo de otoño-invierno: te acercamos la información necesaria para poder ir planeando su producción. Además, una experiencia de trabajo en Santa Fe. Por María Virginia Ramoa*

Una alternativa para diversificar la producción de flores de corte es el cultivo de alelí. Esta especie pertenece a la familia de las Brasicáseas y su nombre científico es Matthiola incana.

Para protegerse de factores externos tales como la lluvia, el viento y el sol directo, entre otros, y conseguir una buena calidad de vara, necesita ser cultivada bajo invernadero. La época ideal para cultivar esta especie es otoño-invierno; la temperatura óptima para su desarrollo va desde los 5 °C hasta los  23 °C.

Se inicia el cultivo con plantines cuando estos presentan dos o tres hojas verdaderas.  Prefiere en esa etapa un clima frío. Desde el trasplante hasta la cosecha pueden transcurrir, aproximadamente, entre 60 y 90 días. La longitud del ciclo varía según la temperatura, y es más largo cuanto más bajas son las temperaturas, y más corto, cuanto más cálidas son; pero hay que tener en cuenta que la calidad de la vara floral es mejor en épocas en que predominan las bajas temperaturas. Además, las temperaturas muy altas inducen a la planta a formar brotes axilares, que deterioran la calidad de la vara principal; por ello se recomienda suprimirlos.

Previo al trasplante, se debe preparar el suelo. Es importante conocer el pH del sitio en que se realizará el cultivo para estar seguro de que las condiciones son las apropiadas. El pH debe estar entre 6.5-7.5 a fin de evitar problemas durante su desarrollo. Generalmente, se preparan camellones de 90 a 100 cm de ancho sobreelevados del terreno, con pasillos de, por lo menos, 50 cm; luego se colocan las cintas de riego y la red de conducción; estas servirán, a su vez, de guía para plantar.

Se recomienda lograr una densidad de 64 plantas por m2 (12.5 cm x 12.5 cm) o 44.4 plantas por m2 (15 cm x 15 cm). No son recomendables las densidades mayores ya que la falta de luz y de ventilación entre plantas compromete la calidad y la sanidad de las varas, así como también, reducir excesivamente la densidad puede producir plantas con hojas muy grandes y retraso en la aparición de botones florales, o tallos excesivamente gruesos.

El riego debe ser manejado adecuadamente ya que esta especie no resiste encharcamientos o exceso de humedad. Es importante regar abundantemente postrasplante y, luego, solo mantener la humedad de la capa superficial del suelo; hay que controlar que el riego llegue a todas las plantas, en particular, a las de los bordes. El riego puede reducirse aún más cuando las yemas florales sean visibles.

El alelí es una planta exigente en potasio, y la carencia de este elemento se manifiesta como una quemadura parda sobre el borde de la hoja más vieja. También consume bastante calcio durante las etapas de crecimiento rápido. Dichos elementos pueden ser agregados en forma de fertilizantes, solubles o líquidos, mediante fertirriego, aspersión o manualmente. Lo importante es ajustar la fertilización según cada tipo de suelo y la condición inicial. Hay que lograr una fertilización equilibrada y espaciada durante todo el ciclo, variando según la etapa que atraviesa el cultivo.

Cosecha

La cosecha se realiza cuando 2/3 de los botones florales inferiores de la inflorescencia están abiertos. Es muy importante, para que la flor dure más, cortar las varas en el momento adecuado. Se corta la planta entera a ras de suelo, ya que no rebrota; solo admite un corte/plantín.

Lo ideal es, luego de la cosecha, poner la planta inmediatamente en el agua y, para evitar que el medio líquido se contamine, quitar las hojas del tercio inferior del tallo. Las varas frescas tienen una vida de, aproximadamente, una semana o un poco más. Se recomienda, debido a la secreción mucosa que liberan los tallos, cambiar el agua todos los días y cortar la base del tallo 1-2 cm de forma oblicua.

 

Experiencias en Santa Fe

En la EEA Reconquista del Inta, se realizaron dos experimentos exploratorios para ver el comportamiento de esta especie, ya que no existen hasta el momento datos locales de ella.

Una plantación se realizó en 2017 y otra, en 2018. La primera se llevó a cabo el 24 de mayo de 2017, y se cosechó desde el 2 hasta el 9 de agosto; la duración promedio del ciclo fue de 73,59 días. La segunda fue el 9 de marzo de 2018 y se cosechó desde el 2 hasta el 11 de mayo; la duración promedio del ciclo fue 56,57 días.

Se midieron parámetros de calidad como, por ejemplo, altura de la vara floral (cm), largo de la espiga floral (cm) y peso fresco de la vara (gr), que se presentan en el cuadro siguiente.

 

Alelí Altura vara floral (cm). Largo espiga floral (cm). Peso fresco vara (g).
Año 2017 55,7 15,57 88,22
Año 2018 60,64  11,74 118,98

 

Según el ANAVA realizado (análisis de la varianza), se registran diferencias significativas para los tres parámetros medidos entre los dos años. En 2018 la altura de las plantas fue mayor que en 2017, pero con una espiga de menor tamaño. Esto puede deberse a que la siembra fue anterior a la realizada en 2017 y a que las temperaturas que se presentaron durante este período fueron cálidas (ya que, como se mencionó anteriormente, es un cultivo de otoño-invierno que se desarrolla mejor con temperaturas frescas). El peso de la vara fue mayor en 2018, correspondiendo a una mayor altura de planta.

En 2017, la plantación se realizó en mayo, época en que las temperaturas fueron más frías y, si bien se obtuvieron plantas más bajas y más livianas, superó en largo de espiga floral.

El alelí es una especie apta para cultivar en la zona; teniendo en cuenta las fechas adecuadas para su desarrollo y conociendo las pautas básicas de manejo, se pueden obtener flores de calidad para el mercado local.

* Ing. Agr. María Virginia Ramoa (Inta).

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