Sin ATP para productores

Pablo Irie, presidente de la AAFV, ofrece un balance de estos meses de cuarentena. Actualmente, ¿cuáles son los trabajos que está llevando adelante esta entidad?

Para hacer un balance de las consecuencias de esta pandemia hay que diferenciar los efectos causados sobre el sector de plantas ornamentales, y por otro lado, los efectos causados sobre el sector de flores de corte, comienza explicando el Lic. Pablo Irie, presidente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas.

Llevamos cien días de cuarentena, y treinta, en los que la actividad estuvo totalmente paralizada; hasta que gracias a la reunión que tuvimos en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se oficializó que la actividad productiva estaba exceptuada.

Los mercados mayoristas de flores de corte recién fueron habilitados para abrir en CABA el 10 de mayo; y, en La Plata, el 18 del mismo mes. Una demora similar tuvieron los mercados mayoristas de plantas y los comercios minoristas tales como viveros de atención al público y florerías.

En cuanto a las ventas, en la Cooperativa Argentina de Floricultores, hoy ingresa  un  50 % menos de  mercadería en comparación con el mismo mes de 2019, y en dos de los tres días que venían operando (ya con horario reducido). Mientras que en Mercoflor, la cantidad de puestos ocupados es de un 80 %, pero de los tres días que iban los productores asisten solo uno, y  en ambos casos, con los precios de las flores muy deprimidos.

En relación con las plantas ornamentales, las ventas han caído con referencia al mismo período de 2019; aún no se ha podido cuantificar, pero una de las bajas más significativas se da en la obra pública y privada.

¿Cómo observan las ventas en las zonas habilitadas para ello?

La gente está comprando porque es una manera de ocupar su tiempo: es una buena salida para distenderse y es agradable  hacer labores de jardinería.

Por esta demanda, también han crecido los canales de venta que entregan con la modalidad de delivery. Sin embargo, quienes trabajan a través de este sistema señalan el alto costo operativo,  hecho que limita la cantidad de pedidos que  pueden atenderse diariamente. Además, estas ventas no llegan a cubrir los gastos mensuales.

¿Podrías señalar las principales acciones de la Asociación?

Seguimos gestionando diferentes ayudas para el sector.

Hemos producido veinticinco mensajes publicitarios cuyo espíritu es recuperar la relación de las personas con las plantas y flores, además de visibilizar el efecto terapéutico de las mismas durante el aislamiento.

Asimismo, continuamos con la ejecución del proyecto Sellos de calidad clúster: el componente rosales libres de virus se terminará de ejecutar en  2020; el componente poscosecha se pasa casi el 80 % de su ejecución para  2021; y el componente de diversidad florícola se logró ejecutar al 50 %. El resto de las acciones se traslada a 2021.

En cuanto al Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción del Gobierno Nacional, a pesar de haber realizado gestiones junto a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa  (CAME),  la Federación de Productores de la Provincia de Buenos Aires (FEBAPRI),  y la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales, del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de La Nación (DIPROSE), hay que decir que ningún productor ha recibido dicha asistencia.

Sabemos que tenemos derecho al cobro de esa ayuda, porque si bien en un principio, al ser parte de las actividades exceptuadas de la cuarentena no eran beneficiarias, luego, por decreto, se decidieron incorporar aquellas ocupaciones que, incluso exceptuadas, se habían visto afectadas en su rentabilidad.

Sumado a todo esto, estamos preparando un ciclo de capacitación en comercialización  digital que comenzará la primera semana de julio con el propósito de ayudar al sector a adaptarse a los nuevos formatos de ventas.

Y nos encontramos a la espera de que, desde DIPROSE, aprueben la presentación de un set de inversiones a fin de poder acceder a la herramienta de aportes no reembolsables.