Turba del Fuego

Javier Giordano nos habla sobre las diferentes calidades de turba y cómo funciona el mercado nacional de estos productos: La disparidad de precios está dada por los distribuidores y/o intermediarios, en su gran mayoría, ubicados en Buenos Aires.

Turba del Fuego comenzó sus actividades en octubre de 2006. Los yacimientos de donde extraemos nuestros productos (La Inesa y El Alambique) se encuentran en el corazón de la Isla de Tierra del Fuego, en la Ciudad de Tolhuin, a unos 100 km al norte de la Ciudad de Ushuaia, narra Javier Giordano (54) al solicitarle que describa su empresa.

Somos propietarios de una superficie de cien hectáreas, de la cual extraemos turba rubia  y turba negra. Contamos con instalaciones para clasificación, secado, molienda de diferentes granulometrías (según demanda de nuestros clientes), empaque y distribución. Disponemos de toda la documentación requerida para la actividad y para, fundamentalmente, la tranquilidad de nuestros clientes (inscripción de importador-exportador, certificación del SENASA, como así también, todas las inscripciones correspondientes de la AFIP, la DGI  y la suma de las inscripciones y habilitaciones provinciales). Es importante resaltar que disponemos de certificado de trazabilidad dentro de cada yacimiento (ubicación de la extracción, lote, fecha de extracción y de molienda y envasado).

Cuéntanos sobre los diferentes tipos de turba.

La característica más importante de la turba es la elevada capacidad de intercambio catiónico (capacidad que tiene un suelo para retener y liberar iones positivos, gracias a su contenido en arcillas y materia orgánica). Las arcillas están cargadas negativamente, por lo que los suelos con mayores concentraciones de arcillas exhiben mayores capacidades de intercambio catiónico. A mayor contenido de materia orgánica en un suelo, aumenta su capacidad de intercambio catiónico.           

El ph varía desde 3.5, 4.5 o 5 en la turba rubia y hasta 7 u 8 en la turba negra. Esto es corregible con mezclas de diferentes elementos  al momento de generar el sustrato necesario según su aplicación.

La turba negra tiene un alto grado de descomposición, menos materia orgánica y más minerales.

¿Cómo es la calidad de la turba que se extrae en Tierra del Fuego?

En ambos casos (el de la turba rubia como el de la turba negra), la calidad es igual o mejor que las importadas del hemisferio norte.

¿Cuál es tu apreciación sobre el mercado de la turba en nuestro país?

Vemos un importante mercado, con una gran posibilidad de negocios, con el dólar en estos valores.

Debemos tener en cuenta algo muy importante: el tema de los elevados costos internos (combustibles, repuestos metalmecánicos, transporte, etc.). En este último caso (transporte), estamos ante el más importante en nuestra estructura de costos.

Además, hay que considerar que no disponemos de tecnología nacional aplicada a la producción de turba, ya que no es tradicional en nuestro país este tipo de industrias. Por ende, la falta de maquinaria y/o elementos aplicables a ella. Elementos que sustituimos con ingenio y creatividad para lograr los mismos estándares de calidad que las turbas importadas.

Se comentó hace varios meses que un grupo de productores había realizado gestiones a fin de que no ingresara turba de otros países, ¿esto es así?

No sé nada sobre eso. Pero como decía anteriormente, mientras tengamos un tipo de cambio competitivo, podremos tener una actividad igual de competitiva en precios. Algo que no ocurrió hasta diciembre del año pasado, con un dólar ficticio y restricciones para importar maquinarias y repuestos.

Nos debemos, el sector y los diferentes niveles del Estado provincial y nacional, una charla, para afinar un poco el tema de las exigencias de algunas cuestiones sobre importación de turba.

Sobre todo, si recordamos que somos una actividad relativamente nueva y pequeña, entiendo que debería ser protegida un poco más a través de alguna legislación. Y a esto cabe agregar que somos la única provincia productora del país, que estamos ubicados a más de tres mil kilómetros de distancia de los centros de consumo masivo, que no existe una política de transporte marítimo, y debemos movilizar casi toda nuestra producción por camión.

Nuestro vecino, Chile, es  también productor y tienen su actividad protegida. También Brasil, desde octubre de 2015, amplió sus exigencias sobre importación de turba. Creo que deberíamos mirar más atentamente esta producción. Hay que remarcar que poseemos un gran mercado interno, al que no podemos terminar de abastecer por todas las cuestiones que acabo de enumerar.

¿Hay mucha disparidad de precios en relación con este producto?

En realidad, la disparidad de precios está dada por los distribuidores y/o intermediarios, en su gran mayoría, ubicados en Buenos Aires. Como toda actividad, tendría que ser regulada en cuanto a los precios, básicamente, por la oferta y la demanda. Pero al estar lejos de los centros de consumo, las ventas  pueden realizarse únicamente a través de ellos. Es un tema que el sector debería afinar.

Otro factor importante en la variación del precio es la estacionalidad: se produce básicamente en verano (ya que en invierno se congela todo y se hace imposible la extracción), es ahí, entonces, cuando los revendedores hacen su diferencia. Si tenemos en cuenta el precio FOB (término internacional de comercio que se refiere a las operaciones de comercio realizadas en el puerto de embarque), el revendedor gana más que el productor, el margen de utilidad de ellos es muy amplio.

Como comenté antes, el mayor problema que tenemos los productores en Tierra del Fuego es el transporte. No existe una línea que respete una frecuencia determinada y eso lleva a que, si bien el precio está muy por debajo del transporte terrestre, esta falla en la frecuencia hace que uno se quede sin stock y pierda esa diferencia económica en falta de mercadería a la hora de las ventas. Para evitar esto, se necesita grandes volúmenes de acopio y altos costos de alquiler y dinero inmovilizado en mercadería. No podemos, en una isla, transportar el 80/90 % de nuestra producción e insumos por camión: es una barbaridad.

Una solución para esto sería reflotar nuestros transportes navales (propiedad de la Armada Argentina), que siempre (históricamente) abasteció a la Isla de Tierra del Fuego.

Por ejemplo, con respecto al precio, una bolsa de 110 decímetros cúbicos debería valer, en Buenos Aires, no más de $160, y vemos que se comercializa a más de $200.

¿Cómo fue tu experiencia en el último Congreso y Exposición Nacional de Viveristas?

La verdad es que estamos muy contentos de haber podido asistir por primera vez. Fue una experiencia muy buena. Nos sirvió para conocer a muchas personas y entablar diversos contactos, como así también, hacer algunas operaciones importantes.

Estuvimos con mucha gente del sector y eso aligera vivamente los contactos, y nos hace visualizar opciones de comercialización y venta que, al estar tan lejos, nos habían pasado advertidas. También, nos permitió charlar sobre turba, tema que todavía muchos no tienen muy claro.

En general, lo importante de la compra directa al productor es que le hace ver al consumidor que lo que compraba no era turba. Que hay en el mercado algunas personas que la mezclan con cualquier cosa del mismo color (como aserrín). Por eso es importante verificar que el proveedor cuente con un certificado fitosanitario para su producción. He visto como a muchos viveristas se les estropearon las plantas con un hongo, parásito, etc., todo por usar turba de mala calidad.

Encuentran HLB en viveros citrícolas

A pesar de los fuertes controles del Estado, continúan apareciendo plantas cítricas afectadas por esta bacteria. Hace unos días, el SENASA confirmó el primer hallazgo de ejemplares enfermos en un cultivo comercial de Misiones.