Enero 2018

ISSN 2346-9323
CIENCIA & ARTE | ECONOMÍA & VIVEROS

Cultivo de gerberas

Requerimientos para producir con éxito estas plantas a nivel comercial, y cuáles son las preferencias de los consumidores. Además: los últimos datos de las investigaciones de la Agencia de Extensión Luján de Cuyo del Inta. Por María Violeta Piovano

La gerbera, o margarita del Transvaal, es una planta ornamental originaria de África del Sur (donde el clima es tropical de montaña). Las variedades comerciales que actualmente conocemos proceden de hibridaciones con especies de ese mismo lugar (Gerbera jamesonii y Gerbera viridifolia).

Se trata de una planta herbácea, que vive varios años, aunque comercialmente solo se la considera productiva los tres primeros, ya que después disminuye no solo su rendimiento, sino también, la calidad de las flores. Este cultivo tiene importancia tanto como flor de corte (debido a la diversidad de colores) como para macetas.

Requerimientos del cultivo

  • Suelos ligeros, profundos y con ausencia de capas compactas en el terreno, pH ligeramente ácidos.

  • Las temperaturas más adecuadas para el cultivo de la gerbera son: 30 ºC (día) y 20 ºC (noche), como temperaturas más adecuadas en épocas de elevada luminosidad.

  • Humedad relativa: 75-90 % HR.

  • La época de plantación es octubre-noviembre; hay que tener cuidado de que el cuello de la planta no quede enterrado, a fin de evitar la incidencia de enfermedades.

  • La distancia de plantación es de  40 x 45 cm en línea o trebolillo.

    Manejo cultural

  • Despimpollado: debe realizarse hasta que la planta tenga entre 12 y 15 hojas.

  • Deshoje: esta operación tiene como objetivo eliminar todas aquellas hojas envejecidas o las partes de la planta que impiden una correcta iluminación y ventilación de las varas florales.

  • Cosecha: el momento de la cosecha de las flores es aquel en que se ven dos hileras de estambres maduros.  Esta se realiza con movimientos suaves hacia los costados y luego se tira para arriba (no cortar con tijera), de esta manera, se forma un callo natural que impide el ingreso de patógenos. (Se corta con tijera, la parte inferior de la vara, pero debe hacerse  antes de colocar en agua -esto debe realizarse lo antes posible, ya que la hidratación le da mayor vida en el florero-). 

Preferencias del consumidor en relación con las flores

Si observamos las preferencias del público, a nivel mundial*, los colores de las flores de gerbera más demandados son: rosa (incluye tonos fucsia, 40 %), rojo (20 %), amarillo (10 %), blanco (10 %), naranja (10 %) y otros. En función del tipo de inflorescencia, el consumidor prefiere el 20-40 % para las flores dobles; 20-40 % para las semidobles, y del 30-60 % para las sencillas. Respecto al color de la parte central de la inflorescencia, la demanda es del 20-30 % para las flores de corazón negro, y del 70-80 % para las de corazón verde.

Investigación

En Mendoza, desde 2005, en la Agencia de Extensión Luján de Cuyo del Inta, se está trabajando con este cultivo probando distintas variedades (viendo el comportamiento de la especie en dicho clima).

En 2006, en uno de estos estudios, se trabajó con doce plantas de cada variedad (menos la variedad Super Nova, que vinieron nueve plantas). El cultivo fue realizado en invernáculo, calefaccionado en invierno y con riego por goteo. Las variables que se tomaron primeramente fueron: productividad de las planta por mes, largo y peso de la vara flora y diámetro de la flor. Y se conoció, luego de cuadro años de cultivo, el total de flores cortadas en estas sesenta y ocho plantas.

Las conclusiones fueron las siguientes: que la productividad de la gerberas varía según los meses del año (septiembre y octubre fueron los más productivos durante los cuatro años); que de abril a julio, las plantas produjeron menos y las flores fueron de menor altura; y que el cultivo de gerberas en la zona de Mendoza es altamente productivo si se compara con lo citado por la bibliografía consultada: en el cuarto año de producción de estas variedades en Mendoza, siguen siendo productivas y continúan dando flores de calidad. 

Posteriormente, en 2016 y 2017, se realizó un ensayo de cómo puede afectar en la producción los distintos porcentajes de sombreado (30 % y 60 %) obteniendo los siguientes resultados en las variedades Cáceres (blanca), Canaria (amarilla), y Rioja (roja).  (Este año se está llevando a cabo un ensayo con otras tres variedades para confirmar estos resultados).

Conclusiones: las plantas que estuvieron bajo media sombra del 60 % dieron: menos cantidad de hojas, demoraron más en entrar en producción y produjeron menor cantidad de varas. En cuanto a la calidad de la vara floral, el largo y el peso solo en la variedad Cáceres se dio más bajo; el diámetro fue mayor en todas las variedades. En consecuencia, podemos afirmar que para un clima de mucha insolación, como es el de Mendoza, con una media sombra del 30 %, basta para que las plantas crezcan y florezcan dando una producción de calidad.

* Informe de Info Agro

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