Causas por las que no germina una semilla viva con poder germinativo. Tipos de dormición y estrategias para vencerla. Por Marcela Buyatti y Damián Castro*
En la naturaleza, uno de los métodos de propagación más comunes es la reproducción por semillas y, además, es uno de los más usados en el ámbito de la viverización de plantas.
La germinación de las semillas tiene una gran diversidad de comportamientos ante las distintas condiciones ambientales. Estas respuestas heterogéneas de la germinación son atribuidas, fundamentalmente, a determinadas diferencias genéticas, a las condiciones de maduración, al tamaño de las semillas, a la intensidad de la dormición (dormancy), etc.
El primer paso a tener en cuenta es que debemos partir de semillas de calidad. Para ello es importante conocer su origen o procedencia, las condiciones de almacenamiento y la uniformidad de las semillas que definirán, a su vez, la uniformidad de las plántulas obtenidas.
La semilla debe estar viva y bien constituida: el embrión de una semilla generalmente es capaz de permanecer vivo durante un largo período de tiempo. Y a esta capacidad se la llama viabilidad de la semilla. La facultad de germinar, denominada poder germinativo, se puede conservar también durante un tiempo prolongado. El período durante el cual una semilla mantiene su viabilidad y su poder germinativo es variable. Esta condición depende de la especie y de las condiciones en que estas han sido conservadas.
Causas por las que no germina una semilla viva con poder germinativo
-Latencia: es la incapacidad de una semilla para germinar a causa de que las condiciones ambientales no son las apropiadas para hacerlo. Dicha incapacidad va acompañada del mantenimiento de la viabilidad y del poder germinativo, que se manifestará cuando dichas condiciones ambientales sean propicias para la germinación.
-Dormición: cuando existe una o varias condiciones dentro de la propia semilla, que le impide germinar a pesar de que las condiciones ambientales sean las apropiadas para la germinación, se dice entonces que la semilla está durmiente y conservará su viabilidad hasta que esas condiciones interiores cambien y la semilla pueda germinar bajo condiciones ambientales apropiadas.
Existen, a su vez, dos tipos de dormición:
+Debido a la impermeabilidad o a la dureza de la cubierta de la semilla, que impide el ingreso de agua y oxígeno hacia el embrión, y, en algunos casos, una cubierta tan dura que imposibilita que el embrión pueda desarrollarse y romperla.
+Debido a las condiciones internas del embrión o de las sustancias de reserva que hay en el interior de las semillas y que impiden la germinación.
El primer tipo de dormición es la más común de encontrar, y lo presentan la mayoría de las especies que poseen cubierta gruesa y resistente; dentro de ellas, las leguminosas son las que la manifiestan con mayor frecuencia.
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Técnicas para vencer la condición de dormición
-Tratamiento con ácidos: entre ellos el ácido sulfúrico. Este es un procedimiento que debe realizarse con sumo cuidado. Es fundamental determinar el tiempo de exposición de las semillas al químico, para evitar que estas se dañen. El ácido, así como las semillas y los recipientes deberán manejarse atendiendo normas de seguridad y elementos de cuidados personal.
-Inmersión en agua: es uno de los procedimientos más sencillos.
+Agua caliente: consiste en el remojo de las semillas en agua a una temperatura entre 75 y 100 °C, y se debe dejar que esta se vaya enfriando con las semillas dentro. Para conseguir buenos resultados, es necesario establecer las condiciones de temperatura del agua, la relación entre el volumen de las semillas que van a tratarse y el volumen del agua necesaria.
+Agua fría: existen algunas semillas que, sin tener dormición, presentan “pereza” para germinar y, para acelerar el proceso, se pueden dejar en remojo en agua a temperatura ambiente durante 24 – 48 hs. Suele ser necesario aplicar el procedimiento en semillas que han estado almacenadas por mucho tiempo y presentan una mayor desecación.
-Escarificación mecánica: cuando la cantidad de semillas es pequeña, es posible proceder de forma manual, raspándolas sobre una superficie rugosa (papel de lija). En el caso de que la cantidad de semilla fuera importante, se puede optar por emplear una mezcladora de hormigón forrada con papel de lija de grano grueso o arena o gravilla. Este método es muy utilizado con especies de algarrobos (Neltuma sp. ex Prosopis sp).
La elección del tratamiento deberá basarse en la propia efectividad de este, recordando que el fin último es obtener una germinación rápida y plantines de buena calidad. Los tratamientos varían entre especies, por lo que es fundamental recurrir a bibliografía especializada, ya que existen protocolos probados para una gran cantidad de géneros y especies de plantas ornamentales.
* Por M. Sc. Ing. Agr. Marcela Buyatti y Dr. Ing. Ftal. Damián Castro. Docentes del curso de posgrado Propagación de plantas, con énfasis en especies leñosas. Maestría en Cultivos Intensivos. Cultivos Intensivos, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Litoral.