Argentina exporta flores a Brasil

Uno de los socios de Patagonia Flower Group, el Ing. Agr. Marcelo Sasaki, nos cuenta cómo surgió esta posibilidad y habla sobre el proceso de comercialización. Las características de estas plantas.

Patagonia Flower Group es una empresa nacional creada en 2006 por los floricultores Roberto Giudici, Susana Taira, Erick Millenaar, y el asesor técnico en cultivos florícolas Marcelo Sasaki, a raíz de un pedido de empresas europeas que necesitaban satisfacer la demanda de flores en contra estación -indican-.

¿De qué manera surge la posibilidad de vender las flores a Brasil?

Se origina durante una exposición internacional celebrada en Holambra (Brasil), en la que se dio a conocer el producto. Este generó mucho interés, tanto entre los importadores de ese país como los del Uruguay. A partir de entonces, se iniciaron las gestiones ante las autoridades brasileñas y argentinas para obtener los permisos de exportación/importación necesarios.

Gracias a la buena predisposición e intervención de las autoridades del MAPA (Brasil), el Senasa, la Cancillería Argentina en Brasil y la Embajada de Brasil en la Argentina, se logró resolver favorablemente.

¿Puedes contarnos la forma en que se realiza el proceso de comercialización?

Al ser un producto que carecía de antecedentes de exportación, en la Argentina el camino recorrido ha sido arduo. Especialmente, el referido al trato y manejo de flores frescas refrigeradas; es decir, la cadena de frío, desde la empresa de transporte terrestre hasta las cámaras de frío de Ezeiza (totalmente obsoletas -actualmente esto está solucionado-).

¿Cuál es tu visión del consumo de peonías en la Argentina y en el mundo?

El consumo actual de estas plantas en la Argentina es muy bajo; entre todas las empresas productoras, estaremos en menos de 100.000 varas, con una oferta que va desde octubre a diciembre. (Tengamos en cuenta que el potencial de nuestra empresa es de 400.000 varas/año). A nivel mundial, la demanda en contra estación está creciendo impulsada por el consumo de China.

Los países que producen en contra estación son Nueva Zelanda, Chile, Australia y Argentina, y nosotros somos los que climáticamente estamos más beneficiados. Se puede producir desde el sureste bonaerense hasta Tierra del Fuego. El tema es que para nuestro país, este tipo de explotación intensiva, de un producto altamente perecedero, es un negocio marginal (por ahora).

Desde su creación hasta el momento, ¿podrías decir que la empresa alcanzó ganancias o sigue siendo una inversión en espera a que dé sus frutos?

Hasta el presente, la empresa está sostenida con el aporte de los socios; seguimos apostando a que, poco a poco, el mundo nos vaya conociendo.

En la actualidad, la empresa dispone de rizomas para cuadruplicar la superficie de producción. La idea es que se sumen al proyecto más empresas de otras regiones, y la Argentina pueda ampliar la ventana de oferta de flores de peonías en contra estación.

¿Cómo son los precios mayoristas en la Argentina y en Brasil?

Son buenos, el problema es que la demanda es muy limitada. Nuestra empresa comercializa en el mercado local, en promedio, entre 15.000 y 25.000 varas/año.

Sobre la base de tu experiencia como asesor técnico y, a la vez, en condición de socio de esta empresa: ¿qué consejos les darías a quienes quieren exportar flores desde la Argentina?

Para la exportación de flores en general, sugiero tener en cuenta:

Un estudio de la demanda.

La disponibilidad de mano de obra durante la cosecha (para poder hacerse una idea de la importancia de esto, hay que considerar que, en el año, una persona atiende las 3,7 ha, pero en la cosecha -que dura un mes- se llega a tener más de treinta personas).

La cercanía con empresas de transporte con manejo de frío (camiones refrigerados).

Buscar empresas de logística que realicen manejo de perecederos (Freight forwarders, especializados en manejo de perecederos, que organizan toda la logística hasta la entrega del producto en destino -exportación-).

Tener la tecnología para exportación de peonías por vía marítima (es la tecnología de frío y atmósfera controlada en contenedores especiales, que permite enviar flores a todo el mundo -no sé si en todos los casos, en las peonías, sí-).

Y tener una gran dosis de suerte.

 

Cultivo de peonías en la Argentina

Debido a nuestra continua relación con empresas europeas, en particular, holandesas,  ellas nos plantearon la necesidad de satisfacer la demanda de flores en contra estación, en particular, de varas florales de peonías (estas son muy requeridas, especialmente, para la época de Navidad y para el Día de San Valentín).

Luego de haber realizado un exhaustivo relevamiento de emprendimientos similares en Chile, llegamos a la conclusión de que la zona más apta para este cultivo, en la Argentina, es Esquel, localidad donde ya se estaban haciendo ensayos.

En 2006, se creó la empresa Patagonia Flower Group, que firmó un convenio marco de vinculación tecnológica con el Inta Esquel, y se implantaron más de 50.000 rizomas, de ocho variedades, en el predio que el Inta posee en Aldea Escolar (Trevelin, Chubut).

¿Cuáles son sus características?

Las peonías son originarias del hemisferio norte y comercializadas desde la antigüedad, especialmente en los países de Oriente (China y Japón). Es una flor de una textura consistente y de una belleza única. Actualmente, existen numerosos híbridos que tienen gran aceptación en el mercado de las flores, en Europa, Estados Unidos y Japón.

Se trata de una familia floral que cuenta con más de quince especies diferentes. Su uso favorito es el decorativo, puesto que su magnificencia llama la atención, al igual que su abanico de colores. Uno de los aspectos más destacados de esta flor es su impresionante tallo, que llega a superar el metro de longitud.

Los estudios llevados a cabo, tanto en el mercado norteamericano como en el europeo, con la experiencia comercial chilena, nos permiten afirmar que este producto tiene una gran demanda durante los meses de diciembre y enero. 

¿Con cuáles flores compiten?

Las peonías rivalizan con las rosas, y tienen la ventaja de no tener espinas y una prolongada vida en vaso. Los ensayos llevados a cabo en el país nos permiten afirmar que las varas florales tienen una duración de poscosecha de casi un mes.

Dentro de las ventajas que poseen es que soportan hasta treinta días de poscosecha en cámara de frío, a temperatura de 0,5 a 1 ºC sin agua. Esto es lo que permite el envío masivo de flores por vía marítima bajo condiciones de atmósfera controlada.