El cultivo y posterior exportación de plantas y flores en nuestro país ha crecido a partir de la década de los 80. Pero esta expansión se ha debido, principalmente, a un tipo de cambio favorable y no, a un cambio estructural del sistema de comercialización.

Observando las exportaciones de los productos que nuclea el Capítulo 6 del Nomenclador Común del Mercosur (Plantas vivas y productos de floricultura), se advierte que las exportaciones del conjunto de todos ellos ha crecido en 2008, en relación con el 2007, un veintiuno por ciento (21%), aproximadamente. Pero este porcentaje, corresponde aclarar, incluye cultivos industriales como la vid y el olivo.

Por esta razón, cuando se observan los ítems específicos de la floricultura, como por ejemplo: gladiolos, tulipanes, rosales, orquídeas, claveles, crisantemos, liliums (las demás plantas ornamentales…), se observa que la caída de estas ventas ronda el seis por ciento (-6%).

Asimismo, se ha mantenido igual el ranking de los tres principales países destino (a valores en dólares FOB): 1º España, 2º Brasil y 3º Uruguay.