Suculentas no cactáceas y cactáceas

Todos los cactus son suculentas, pero no todas las suculentas son cactus. Diferencias y semejanzas de estos grupos de plantas que fascinan a los coleccionistas. Por Karina Macaro*

Existe un grupo de especies vegetales que, por su morfología y fisiología, se las conoce con el nombre de suculentas, que son todas aquellas plantas que tienen órganos con tejidos especializados en los cuales acumulan agua y nutrientes. Esta característica les permite sobrevivir a largos períodos de sequías.

Botánicamente, dentro de esta clasificación, se diferencian dos grandes grupos: suculentas cactáceas, al cual pertenecen los llamados cactus; y suculentas no cactáceas, en las que se agrupan gran variedad de especies que, común y comercialmente, se denominan suculentas.

Los cactus y las suculentas (como se las suele llamar en el mundo de la jardinería), son plantas bien distintas, en la mayoría de los casos; las diferencias entre ambos grupos son muy notorias, pero a veces nos encontramos frente a algunas especies que nos hacen dudar respecto de su individuación.

¿Cómo diferenciamos un cactus de otras plantas que, sin serlo, se les parecen?

- Presencia de aréolas. Los cactus tienen órganos que los distinguen del resto de las plantas: las aréolas, que son puntos de crecimiento, formados por tejido meristemático, del cual crecerán espinas, flores o ramificaciones de la planta. Casi siempre tienen forma de almohadilla circular, pilosa o afelpada, a veces son pequeñas, casi imperceptibles. La ausencia de este órgano indica que la planta en cuestión no es un cactus.

- Presencia de espinas. Si bien las espinas son características en los cactus, existen varios géneros en este grupo con especies que no las poseen, por ejemplo: Astrophytum, Rhipsalis, Echinopsis, Trichocereus, Epiphilum, entre otros.

Una característica que se presta a confusión es la presencia de aguijones en algunas suculentas no cactáceas.  Los aguijones son estructuras que parecen espinas pero que, en rigor botánico, no lo son. Las espinas son hojas modificadas y, como tales, están conectadas vascularmente a la planta, mientras que el aguijón es parte de la epidermis. Ejemplos: variedad de Euphorbia, como Euphorbia milii (corona de Cristo), Stapelia.

Los cactus tienen formas y hábitos de crecimiento muy variables (columnares, globosas, trepadoras, de crecimiento cespitoso y arbustivas).

Dónde hallarlas

Los cactus pertenecen a una única familia botánica: Cactaceae. Originarios del continente americano, crecen en regiones geográficas y climáticas muy diversas: se adaptan a vivir desde la costa (nivel del mar) hasta los 4000 m de altura, tanto en zonas desérticas como en regiones húmedas. Soportan muy bien los calores del norte de Brasil y de Centroamérica o los fríos de nuestra Patagonia. Por otro lado, las suculentas (no cactáceas), pertenecen a muchas familias botánicas y están distribuidas por todo el mundo.

 

* Téc. Karina Macaro. Docente de la Cátedra de Jardinería. Tecnicatura en Jardinería FAUBA. Subsede Devoto y Delegación Escobar.