Control biológico con plantas nativas

Un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, iniciado en ejemplares hortícolas, permite considerar a determinadas ornamentales como colaboradoras en la sanidad de los cultivos.

La Dra. María Alejandra Martínez informa que, desde 2017, en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Concordia, se están evaluando diferentes variedades ornamentales de germoplasma nativo como prototipos de planta insectario con el objetivo de que actúen en el control de plagas hortícolas. Consultada por Economía & Viveros, indicó que este trabajo nació con la finalidad de aportar nuevos conocimientos sobre los recursos que pueden ofrecer las plantas ornamentales para el control biológico de plagas.

A través de una tesis doctoral cofinanciada por el Inta-Conicet, se están evaluando como candidatas a “planta insectario” ocho variedades ornamentales de germoplasma nativo que fueron mejoradas por el Instituto de Floricultura del Inta, las que  corresponden a cuatro géneros: Mecardonia, Calibrachoa, Glandularia y Nierembergia. Como explican, se eligieron plantas de germoplasma nativo ya que se supone que están más adaptadas a las condiciones ambientales locales, al suelo y a los enemigos naturales autóctonos.

El ensayo, llevado adelante en la provincia de Entre Ríos (Concordia), mostró que dichas variedades ornamentales han tenido un buen crecimiento vegetativo y una floración prolongada que se mantuvo aun en condiciones adversas como sucedió en el verano (altas temperatura y sequía).

Desde el control biológico, se identificaron diversos grupos de insectos, entre ellos, depredadores y parasitoides de las plagas hortícolas; esto se dio principalmente en el género Glandularia, en el que se identificaron moscas de las flores (sírfidos), avispas y chinches depredadoras, estas últimas también presentes en el género Calibrachoa.

Por otro lado, en relación con los insectos benéficos, las flores de estas variedades ornamentales atrajeron polinizadores como abejas melíferas por el género Mecardonia, y abejas nativas por los géneros Nierembergia y Calibrachoa. Mientras que las mariposas fueron atraídas por el género Glandularia. Al respecto, la Dra. María Alejandra Martínez, quien efectúa este estudio junto con la Dra. Beatriz María Díaz, indicó que en este último género, entre los visitantes florales, no se identificaron especies que se comporten como plagas para los cultivos de lechuga y acelga (los observados), como así tampoco, para las demás variedades ornamentales en estudio. Corresponde aclarar que las mariposas no son bien vistas en cultivos comerciales, porque sus larvas tienen aparato bucal masticador (comen hojas), a diferencia del adulto que sí es inofensivo (su aparato bucal es una espiritrompa).

El reciente informe, publicado por el Inta, destaca que esta información podría incrementar el número de cultivadores y comercializadores de plantas ornamentales al asociar estos cultivos con otros.