Plantas ornamentales peligrosas

Presentamos algunas de las más populares e indicamos cómo manipularlas para evitar problemas: estos ejemplares pueden contener sustancias tóxicas, irritantes o fuertemente alergénicas. Por Florencia Cesio

Entre las numerosas especies de plantas ornamentales, hay algunas potencialmente peligrosas si no se manipulan correctamente (o están al alcance de los niños pequeños). Estos ejemplares pueden contener sustancias tóxicas, irritantes o fuertemente alergénicas.

En el caso de las plantas con látex, presente en muchas especies (se visualiza como un líquido viscoso, generalmente, blanquecino), aparece al cortar una parte de la planta, y en ella, puede tener diversas funciones: reservorio de sustancias indeseables y otras, como ayudar a la cicatrización de una herida o defender a la planta ante el ataque de animales. Su composición es variable. En muchos casos, es altamente irritante o alergénico, y puede contener sustancias tóxicas.

Entre las plantas que tienen látex, están las del género Euphorbia, muy irritante en algunas especies, como ocurre con la Euphorbia tirrucalli o la Euphorbia mili (corona de Cristo). El látex de la Euphorbia cotinifolia, además,  presenta toxicidad. Lo mismo ocurre con el género Asclepias (como la Asclepias curassavica) y la Plumeria rubra -por citar unos pocos ejemplos-.

Una de las plantas más tóxicas  es el Neriun oleander (laurel de jardín), que puede producir serias alteraciones cardiológicas y neurológicas en los chicos, si estos manipulan y estrujan sus hojas o flores,  y peor aún, si las ingieren. Las mascotas también pueden verse afectados en casos similares. Un pariente de ese laurel, la Thevetia peruviana, acarrea efectos parecidos.

El Rhus succedanea también provoca consecuencias indeseables si en su manipulación o en sus podas no se toman precauciones. Una resina: el toxicodendron, con su principio activo, el urushiol, puede causar severas dermatitis de contacto y reacciones alérgicas. Tal resina posee la particularidad de permanecer activa en la ropa (incluso meses, si no se lava adecuadamente la prenda después del incidente) o de propagarse de una persona a otra, por contacto. Asimismo, el más difundido, Rhus tiphyna, también debe ser tratado con precaución. Luego del contacto, los efectos suelen retardarse y aparecer después de horas o de algunos días, lo que dificulta conocer el origen de la afección.

Tampoco hay que manipular largamente y sin guantes las plantas del género Brugmansia (floripones): la corteza desgarrada es tóxica, también lo es el resto de la planta pero solo en caso de consumirla.

El Ricinus comunis (ricino), tan llamativo en sus versiones de jardín, con un rojo intenso en sus coloraciones, y que se convierte rápidamente en invasor, en baldíos y costados de vías, tiene semillas altamente tóxicas. Estas contienen ricina, quizá, uno de los tóxicos vegetales más potentes. La ventaja es que la cubierta dura es difícil de romperse y el veneno queda guardado en ella.

Además, hay que tener mucho cuidado con plantas como la Diffenbachia, por la cantidad de cristales de oxalatos que contiene y que, al contacto con las mucosas, produce una gran inflamación, capaz de causar un edema de glotis si se mastica. En menor medida, ocurre lo mismo con otras plantas de la familia de las aráceas.

A su vez, dentro de los frutos llamativos y peligrosos, podemos hallar los de Pyracantha coccinea, de Ilex aquifolium (acebo), Taxus baccata (tejo) -en realidad, los arilos-), los de Ligustrum lucidum  (ligustro), los de la Lantana camara (lantana), en estado verde.

Algunas otras plantas, tal el caso del Convallaria majalis (muguet), la Digitalis purpurea (digitalis), el Delphinius ajacis (delfinium), la Aquilegia vulgaris (aquilegias), la Wisteria spp.(glicina), el Narcissus spp (narcisos y junquillos), deben mantenerse fuera del alcance de los niños pequeños y las mascotas, para evitar su ingesta.

Cuidados generales

Cuando se trabaja y se cortan plantas con látex hay que tener la precaución de  no tocarse la boca o los ojos con las manos (usar guantes y protector ocular si es muy irritante).

En caso de sentir irritación en la piel por haber estado en contacto con una planta resinosa, habrá que lavarse rápidamente con detergente y enjuagar la zona repetidas veces. Un primer paso puede ser limpiar la zona con alcohol y luego lavarla.

Una recomendación más: no quemar restos de madera de Rhus, Neriun oleander  (laurel cerezo), Thevetia y Brugmansia spp. (floripones), por el tipo de humo nocivo que pueden producir.

A su vez, los paisajistas y jardineros deben recordar la precaución de no plantar en jardines frecuentados por chiquitos y mascotas especies potencialmente peligrosas.