ECONOMÍA & VIVEROS | Auspicio de la TECNICATURA UNIVERSITARIA EN JARDINERÍA - UBA
¿Cuál es la poda adecuada para esta época del año y cuáles, las partes para eliminar? Además: qué herramientas deben usarse y cómo efectuar los cortes. Por Isabel Maza
Una de las prácticas usuales para realizar durante el otoño y el invierno es la poda, es decir, cortar, total o parcialmente, ramas de árboles y arbustos. Las razones son varias: modificar la forma de las plantas, eliminar las ramas enfermas o dañadas, lograr que penetre la luz de la manera más uniforme posible en el interior de la planta (a fin de permitir a las hojas, yemas y flores desarrollarse en las mejores condiciones, y a los frutos, alcanzar rápidamente las dimensiones deseadas).
Hay algunos factores importantes para tener en cuenta en el momento de la poda: qué tipo de follaje se presenta, su permanencia (caduca o persistente), la disposición del ramaje, silueta, época de floración y fructificación. Asimismo, crecimiento, vigor y rusticidad de las plantas, estado sanitario y edad del ejemplar. También, condiciones ambientales de crecimiento (suelo, clima, exposición).
En muchos arbustos, la poda debe también estimular la producción de fuertes brotes basales para mantener la vitalidad de la planta y facilitar la renovación de las ramas viejas y agotadas. Hay que asegurar, además, una distribución uniforme de las flores en la planta.
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Épocas de poda: otoño-invierno, para las especies caducas y las que florecen en primavera (como hortensias, rosas y crespón). Y primavera, para las especies que florecen en invierno (como Prunus, glicinas y magnolias).
Herramientas
Se utilizan tijeras de podar y serruchos. Es imprescindible un buen afilado para hacer cortes limpios y que requieran menor esfuerzo. Asimismo, las herramientas deben estar limpias y desinfectadas. La idea es prevenir la propagación de enfermedades (hongos, bacterias o virus). La necesidad de desinfectar será menor si se poda en invierno, cuando los parásitos están menos activos a causa del frío. Para la desinfección, al término de la poda de cada ejemplar y al final de la tarea, se pasará un algodón empapado en alcohol por las herramientas. Antes de guardarlas, es conveniente untarlas con aceite de máquina.
Cortes
Todos los cortes de poda deben efectuarse con la mayor corrección. A fin de evitar enfermedades o incluso la muerte de la planta, deben efectuarse en forma inclinada y en sentido contrario a una yema o brote, orientados hacia afuera, justo por encima de esta, de 0,5a 1 cm de distancia, de modo que los brotes resultantes estén bien situados con respecto a los tallos restantes. La superficie de corte debe resultar perfectamente lisa.
En esta época del año, se debe realizar la poda de limpieza, de modo de dejar las plantas en condiciones de afrontar el invierno. Se deben eliminar los siguientes elementos indeseables:
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Ramas muertas, secas o enfermas, y también, aquellas con riesgo de rotura (por ejemplo, con un ángulo demasiado estrecho respecto al tronco).
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Tocones secos, trozos de ramas que no tienen brotes y están secos.
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Rebrotes que hayan podido surgir desde la raíz.
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Brotes que sean débiles o mal situados, y no nos interese que se desarrollen como rama del arbusto.
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Ramas cruzadas, mal orientadas o que enmarañan.
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Ramas que sobresalen mucho por su exceso de vigor.
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Flores secas y frutos pasados (afean y consumen energías, muy aconsejable en rosales).
* Téc. en Jardinería Isabel Maza, jefa de trabajos prácticos de la Cátedra de Jardinería de la Tecnicatura Universitaria en Jardinería de la UBA. Director: Ing. Agr. Héctor Svartz.