Debido al mercado cambiante y al auge que van adquiriendo  los productos tropicales y exóticos, es que cobra interés este tipo de producción en la zona del noroeste argentino. No debemos dejar a un  lado el valor económico de estas especies tropicales, ya que su  duración en florero es larga, y el colorido y sencillez de sus plantas atraen la atención, entre otros, de los grandes hoteles y comercios,  que ven atractiva la presentación de los arreglos en sus vidrieras.

La estación experimental de cultivos tropicales del INTA-Yuto está evaluando y formando la colección de especies que se encuentran en la zona, con el objetivo de incorporar nuevos ejemplares que cuenten con interés económico. Esto viene acompañando a un proyecto nacional de floricultura (Programa Nacional de Hortalizas, Flores y Aromáticas, coordinado por el Ing. Agr. Daniel Morisigue), el cual tiene, entre sus temas, un módulo atractivo y provechoso: las flores tropicales.

Después de la visita que realizaron los miembros de una expedición de Venezuela, hace muy poco, a esta área experimental, se lograron contactos que potenciarían la transferencia de especies in vitro para ser introducidas y evaluadas en ella con el apoyo y la participación del sector productivo a fin de implementar la actividad en la zona.

El interés está puesto en especies como Heliconias y Strelitzia. En ellas el sector productivo ha visto cierta factibilidad de desarrollo y, además, una perspectiva económica rentable. Incluso, como complementos de las empresas frutícolas tropicales que llevan a cabo en las zonas de Salta – Jujuy.

El INTA-Yuto, a través de los técnicos María Julia Fagiani y Cristian Tapia, está desarrollando tecnología y materiales para luego ser incorporados al sector, con el objetivo de  que se logre cubrir en un corto tiempo la expectativa de esta área.

De esta manera, se ha emprendido el trabajo de investigación y multiplicación de especies de flores tropicales. En ellas se están evaluando su productividad y  rendimiento, y a la vez, la posibilidad de ser incorporadas al cultivo de un grupo de productores. Éstos, por su parte, han tomado la iniciativa en forma participativa de evaluar, in situ, la manera de manejar la producción en el ámbito comercial y proyectar un futuro de exportación.