Abril 2017

ISSN 2346-9323
CIENCIA & ARTE

Cómo hacer una kokedama

Te explicamos, en doce fáciles pasos, las técnicas de su armado. Cuáles son las plantas que mejor se adaptan a este arte, formas de trabajar el musgo, cuánto se las debe regar, y más.  Por Pedro Minoyetti

La kokedama es una planta ornamental cuya base está cubierta de musgo en reemplazo de un contenedor. Para su armado, se prefieren los ejemplares de interior ya que, por ejemplo, las suculentas sufrirían por el exceso de humedad (retenida en el musgo), y las plantas de exterior, al estar expuestas al sol, se secarían rápido y eso demandaría mucho trabajo de mantenimiento (se recomienda no poner las kokedamas a sol directo).

Pasos

  • Necesitamos una planta de interior, musgo, hilo de coser y aguja.

  • Hay que separar el musgo, sacarle los palitos y mojarlo (al humedecerlo se desperdicia menos material -ya que el musgo es muy volátil-, y se vuelve más maleable al trabajar).

  • Escurrirlo (es muy importante exprimirlo bien; lo ideal es que quede húmedo, no mojado).

  • Desmenuzar el musgo haciendo una capa circular (tamaño pizza mediana), sin dejar huecos.

  • Una vez que seleccionamos la planta, previamente regada pero no empapada, la retiramos con cuidado de la maceta, sin que se rompa el pan de tierra.

  • Colocamos la planta en el centro del círculo de musgo.

  • Con ambas manos, envolvemos el pan de tierra con el musgo.

  • Una vez envuelto, le damos forma, pero sin levantarlo de la mesa de trabajo.

  • Con el hilo, se va fijando el musgo al pan de tierra, dándole vueltas a la bola. Hay que tener mucho cuidado de no enganchar el follaje. Si esto llegara a pasar, simplemente cortamos el hilo, sacamos lo que se enredó, con extrema precaución, y volvemos a empezar.

  • Una vez que le dimos la cantidad de vueltas necesarias para que el musgo quede fijo y firme, cortamos el hilo y con una aguja lo cosemos a la kokedama para que no se desarme.

  • A continuación, hay que sumergirla en agua. Importante: la bola de musgo debe quedar totalmente sumergida para que empiecen a brotar burbujas. Una vez que dejen de salir, la retiramos y, sin apretarla,  dejamos que escurra todo el excedente de agua.

  • Ahora solo falta lucirla sobre un platito (es muy importante no manipular la kokedama desde la planta, la forma correcta es tomándola desde la bola de musgo).

En general, se estima que cuidando bien la planta, recién al año será necesario hacerle un reacondicionamiento. Este consiste en repetir los pasos indicados antes. En el caso de que necesite ser fertilizada, esto se hará agregando el producto al agua de riego. Los demás cuidados estarán en concordancia con las necesidades de la planta elegida.

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